El saludo al sol.
Considerado en el Yoga como un clásico ejercicio de calentamiento, lo conforman varias posiciones que se realizan de forma continuada, proporcionándole al cuerpo movimientos con los cuales se logra expandir y cargar de energía al plexo solar, que es la zona de nuestro cuerpo considerada como «Cerebro Abdominal» y «Gran Depósito Central de Energía», situada detrás de la boca del estómago y a cada lado de la columna vertebral.
Al ejecutar el Saludo al Sol se conjugan posiciones de estiramientos con una inspiración profunda por la nariz, que llena de aire los pulmones desde su base, extendiendo el área abdominal hasta la parte alta del tórax o área clavicular y cuando nos doblamos, exhalamos o expulsamos por la nariz el aire retenido contrayendo los músculos abdominales.
Las horas recomendadas para practicar este ejercicio son al amanecer, al mediodía y al atardecer, siempre dirigiendo nuestro cuerpo hacia donde esté el Sol para cargarnos de su energía. Se puede ejecutar a la sombra e incluso en locales cerrados, preferiblemente descalzos, con ropa holgada y el estómago vacío.
Al efectuar la serie del Saludo al Sol obtenemos los siguientes beneficios:
1. Se disipan residuos emocionales que se acumulan en el Plexo Solar (Centro de Energía Mayor).
2. Aumenta la elasticidad y vitalidad.
3. Fortalece el sistema nervioso.
4. Purifica y oxigena la sangre.
5. Aumenta el flujo de energía por todos los chakras o centros energéticos del cuerpo.
6. Incrementa la fortaleza y el bienestar general.
¡Vamos a ello!
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