El Wu Qin Xi o Juego de los Cinco Animales trata un grupo de ejercicios físicos y respiratorios donde simulamos los movimientos de cinco animales: el Oso, la Grulla, el Tigre, el Ciervo y el Mono.
Estas secuencias están basadas de acuerdo al sistema creado por el médico taoísta Hua To durante el siglo II, que recibió la inspiración de las principales cualidades motrices y del comportamiento de estos animales.
Existen diferentes formas de realizar las secuencias propuestas por el Wu Qin Xi, con tantas variantes como diferentes escuelas o familias en las que se ha desarrollado y transmitido la práctica del QiGong.
Los ejercicios de los Cinco Animales combinan la mente, el trabajo físico y la respiración.
En estos ejercicios es necesaria una integración total y completa de mente, espíritu, cuerpo, respiración y movimiento. Los movimientos han de ser ágiles, espontáneos y flexibles. Se debe respirar de modo consciente y rítmico de acuerdo con los movimientos y actuar con el espíritu del animal cuyo ejercicio se realiza.
En cada uno de los movimientos, se estimulan y equilibran meridianos, correspondientes a la acupuntura que trabaja la Medicina Tradicional China, por lo que mostraremos los principales relacionados con el trabajo de cada animal. De esta forma mientras ejecutemos el ejercicio también podremos ser conscientes y visualizar el flujo del Qi por su recorrido.
1. El oso
El enorme peso de este animal podría hacernos creer que no existe en él ninguna ligereza, aparentemente torpe, pero nada más lejos. Su caminar sereno pero preciso, enraizado a la Tierra y en completo equilibrio, le ayuda a caminar serenamente procurando una singular agilidad.
El Oso representa el elemento Tierra, la raíz y el Centro. En referencia a su relación en el espacio y en el tiempo, existen diversas teorías en la que unos lo posicionan en lo que denominaríamos el verano tardío, una estación previa al otoño y en donde se recolectan los productos agrícolas. Para otros, de una forma más omnipresente, lo ubican al final de todas y cada una de las estaciones, formando parte esencial de la transición, el aferramiento o la estabilización que nos recuerda el elemento al que va asociado.
En el movimiento que ejecuta el Oso en su lenta pero segura recolección, observamos el sinuoso giro sobre sí mismo, en una sinuosa torsión del tronco acompasando su mirada, su respiración.
Va empujando hacia si, hacia el DanTian, el producto recolectado, utilizando la firmeza del enraizamiento de sus extremidades y concentrando su fuerza interna en los hombros y cintura. Su espíritu estable, con aplomo, firmeza y seguridad nos aleja de la preocupación, de la inestabilidad, la fatiga e intolerancia, potenciando nuestras emociones hacia la comprensión y la reflexión.
Este ejercicio reactiva principalmente los meridianos del estómago, el bazo y el páncreas, durante el cual visualizamos el recorrido del Qi a lo largo de sus principales circuitos y manteniendo la alerta y la intuición ante un posible estancamiento y por tanto un exceso o deficiencia en alguno de sus puntos principales.
Procuraremos con esta práctica el buen funcionamiento de estas funciones orgánicas, visualizando el buen estado de estas además de la movilidad de las articulaciones.
No olvidaremos, ante todo, un interno trabajo de reflexión sobre las emociones mencionadas en la práctica de este arquetípico animal, tanto durante como después, en el recogimiento final del Qi en el DanTian principal.
- Actuar con naturalidad al girar la cintura y balancear de forma horizontal los brazos.
- Practicar con suavidad y delicadeza al flexionar las articulaciones de las rodillas en cada giro.
- Enraizar los pies al suelo.
- Desarrolla la tranquilidad y medita mientras enfocas la atención en el DanTian.
- Alternar lentos pero completos estiramientos del cuerpo con una inhalación y alzando la mirada a izquierda y derecha, simulando otear posibles peligros para después, con una pausada exhalación, retornar al movimiento inicial.
- Imaginar el movimiento de un Oso e interiorizar y escenificar su actitud para adoptar la posición adecuada y meditar sobre las emociones que connota.
La grulla
La grulla vuela aleteando ligera y serenamente, nada en ella indica pesadez ni estancamiento. Al ejecutar los movimientos en la imitación del ave es necesario traslucir su gracilidad, aunque sin arrogancia y la naturalidad se debe expresar tanto en las «maneras de volar» como en su posición estática.
La Grulla representa el elemento metal, el otoño, siendo una estación fresca y seca en la que el ave aviva sus emociones, su intención y emigra al encuentro de un nuevo ciclo. El pájaro es frágil pero capaz de dominar la madera, elaborando su nido en los árboles de una forma maravillosamente ordenada y minuciosa, con cada trocito de madera que encuentra o corta con su pico. Elástica y flexible, la Grulla nos aleja de la ansiedad para potenciar el juicio, la integridad y equilibrio.
Este ejercicio, principalmente estimula y reactiva los meridianos del pulmón y la zona baja de la cintura, el intestino grueso, por lo que aprovecharemos el conocimiento de su recorrido para sentir y visualizar el flujo del Qi en su flujo por estos canales.
- Cuando mantengas el equilibrio (2º movimiento del video) no es necesario elevar en exceso la rodilla, atendiendo especialmente al enraizamiento del otro pie en la Tierra y aumentando la estabilidad en las prácticas iniciales.
- En la imitación de un ligero y lento aleteo del vuelo, prueba elevar las manos inicialmente a media altura, mostrando la intención y gracilidad del buen aprendizaje.
- Cuando tengas confianza en los movimientos, eleva las manos hacia lo más alto, estirando la columna y realizando una inhalación profunda mientras simulas ahora un alto vuelo.
- Al exhalar, recoger la posición hacia atrás con las manos simulando la cola, que nos procurará el equilibrio.
- Realizar el movimiento con la soltura y agilidad de un ave.
El tigre
Es poderoso, heroico y en su debilidad algo arrogante; nunca es cobarde. En su escenificación, al imitar su espíritu lo expresaremos en los ojos y en su porte, manifestado este en esencia por sus garras.
El Tigre representa al elemento Agua y el invierno, estación fría donde el viento proviene del Norte. Las tierras heladas, las plantas se guarecen y se reservan. El día es corto, la noche es larga y predomina la oscuridad. Representado feroz y bravo, alejará las fobias y beneficiará la voluntad.
El ejercicio del Tigre, además de fortalecer los tendones y los ligamentos de las articulaciones, favorece el meridiano de los riñones y al de la vejiga. Al inhalar el aire alzando y mostrando las garras como lo haría un tigre, hacemos descender el Qi del aire hacia este lugar.
- Tratar de capturar el espíritu combativo del Tigre.
- En el 2º movimiento del vídeo, prepara las manos en calma hacia unos de los laterales.
- A medida que crece ligeramente la tensión en las garras, alzarlas hacia adelante y en diagonal, inhalando.
- Al tiempo que exhalamos lentamente, bajar las garras al lugar de procedencia.
- Desplazando lateral y suavemente las palmas repetir el ejercicio de forma simétrica en la dirección contraria.
- La fuerza corporal en la realización de la práctica, debe aunar lo flexible y lo duro al mismo tiempo y realizando el movimiento en una combinación de tranquilidad y movimiento.
El ciervo
El Ciervo representa el elemento Madera, la primavera, la exploración de nuevos territorios en busca de hierba fresca que comer. En la primavera las plantas crecen y se ponen verdes. El Ciervo siempre atento mira hacia el horizonte para poder percatarse del peligro con antelación y poder huir con agilidad. Sus movimientos gráciles, elegantes, el retorcimiento de su cornamenta recuerdan el crecimiento de los árboles, de lo vegetal.
En la imitación del ciervo, vivenciamos su espíritu intuitivo, la imaginación y capacidad de superación, mientras nos aleja de la ira. Deberemos mostrar agilidad y vivacidad tanto al desplazarse hacia adelante como al enderezar el cuello.
En su movimiento, lo más importante es la flexibilidad y la espontaneidad, evitando al máximo las posturas cohibidas y de tirantez, de esta forma beneficiamos al meridiano del hígado y al su compañero, el correspondiente a la vesícula biliar.
- Con un paso al frente y hacia una diagonal, avanzar una pierna de forma extendida.
- Lanzar lentamente los brazos simulando un amplio abrazo horizontal y recoger hacia el DanTian inferior las manos. El peso vuelve atrás.
- Volver a inclinarnos hacia adelante extendiendo los brazos, ahora abriéndolos y extendiéndolos hacia arriba, con las manos estiradas simulando la cornamenta.
- Recogernos hacia atrás, con las manos escenificando la cola del ciervo y volver a la posición original.
- Repetir en dirección a la otra diagonal.
El mono
El Mono representa el elemento Fuego y corresponde a la estación del verano, de la misma forma que en el ciclo diario correspondería al mediodía. El viento en esta época proviene del sur y las plantas están en su apogeo de crecimiento. Es símbolo de plenitud y pleno apogeo.
Como vamos insistiendo, la ejecución en los ejercicios del Wu Qin Xi ha de representarse de forma teatral escenificando el comportamiento del animal de la forma más realista, con lo que en el movimiento del Mono tendremos en cuenta su actitud hábil y atenta. Recordemos que este animal es despierto, ágil y jamás se encuentra perplejo. El Mono se caracteriza por mostrarse siempre vivo y veloz.
Con el balanceo de los brazos de un lado a otro, con soltura pero sin olvidar la forma lenta y circular, simularemos su astuta vigilancia mientras recoge las frutas. Tras ello, las esconde, por lo que no olvidaremos la reflexión sobre los estados emotivos que denoten el recelo o la codicia.
Al ejecutar los ejercicios a imitación de este animal, hay que conservar la tranquilidad y el control de los movimientos precisos, ejercitando la tranquilidad interna y la agilidad externa.
Desarrollaremos la relajación y flexibilidad de los brazos y piernas, avivando la comunicación y la serenidad al tiempo que estimulamos el meridiano del corazón y el del intestino delgado, de la misma forma que al del pericardio que protege al corazón y forma pareja con el Triple Calentador.
Recordemos que esta última función orgánica es desconocida en la anatomía occidental, siendo la que estimula y coordina el flujo del Qi por todo el cuerpo, además de regular la temperatura del organismo.
- Realizar el ejercicio con soltura y astucia, inhalando al estirar y exhalando cuando recogemos el movimiento.
- Al tiempo que alzamos una mano pasarla de forma lenta y circular a la altura de la cabeza, cubriendo parcialmente la visión.
- Balancear los brazos procurando al descender uno alzar el contrario, al tiempo que giramos la cintura.
- De forma lenta e ininterrumpida repetir el movimiento al otro lado.
- Interiorizar la actitud y movilidad de un mono, alcanzando de vez en cuando una fruta con un estiramiento y escondiéndose de las miradas.
Realizaremos series de 3, 9 o 18 movimientos por cada animal representado, dependiendo del tiempo que podamos emplear o la intensidad con la que tengamos intención de realizar la totalidad de la secuencia.
Videos del ejercicio de los 5 animales
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