¡Comenzamos a calentar!
Este calentamiento no es un simple ejercicio de desentumecimiento general, sino que se trata de un movimiento específicamente diseñado para el tipo de práctica concreta que vayamos a realizar, reeducando así la memoria de tus músculos y articulaciones a la singularidad de esta disciplina.
Todo ello mediante una estratégica inducción al movimiento lento, circular y continuo, sin olvidar un inicial trabajo mental de intención, llevando tu pensamiento a la zona que estás trabajando y bajo el compás de tus inhalaciones y exhalaciones.
Imagina un brillante collar de perlas…
Como un brillante collar de perlas, tu cuerpo dispone las articulaciones como si de una cuerda se tratase, proveniente de tu principal punto energético o DanTian inferior, ubicado a dos o tres centímetros por debajo del ombligo y sujetando a ese precioso colgante anacarado que deberemos estirar suavemente y oxigenarlo, de dentro hacia fuera y procurando el fluir del Qi por todo su recorrido.
DanTian vendría a significar campo donde se cultiva la alquimia interna y es interesante apreciar que la referencia “debajo del ombligo” debe obtenerse imaginando a una persona tumbada.
Este maravilloso trabajo de estirar las cuerdas o La ShengZi, lo realizaremos en orden descendente y con la lentitud que requerirá tu nuevo estado de conciencia.
La práctica de QiGong empieza en este momento.
Tanto a modo simbólico como por comodidad y seguridad física, te recomiendo quitarte cualquier pulsera, reloj, colgante, monedas, anillos o amuletos, en especial si son de metal. Estos, de alguna forma son signos exteriores de riqueza y de pasiones humanas y despojarte de ellos te ayudará a recordar la necesidad de retornar a la pureza e inocencia original.
¡Vamos a calentar!
Cuello. Gira la cabeza lentamente de izquierda a derecha. Para ello puedes ayudarte imaginando que utilizas la punta de la nariz como si fuera un pincel dibujando una linea horizontal. Continúa moviendo la cabeza de izquierda a derecha. Finaliza realizando primero unos círculos pequeños, en sentido de las agujas de un reloj e inverso y por último unos círculos más amplios, rotando la cabeza siempre muy suavemente.
Hombros. Desplazalos suavemente mediante ligeros y distendidos círculos hacia adelante y después hacia atrás. Tu espalda permanecerá siempre erguida pero relajada.
Cintura y cadera. Gira la cintura de un lado a otro. Después balancea tu cuerpo de izquierda a derecha, bastando una leve inclinación. Finalizarás realizando unos lentos círculos en los dos sentidos.
Pelvis. Con las rodillas ligeramente flexionadas, desplaza tu pelvis hacia adelante y hacia atrás, a modo basculante y con la ayuda de una ligera introversión del coxis hacia el interior.
Rodillas. Con especial cuidado en estas articulaciones, sujetarás las rótulas con tus manos para poder realizar primero unas ligeras flexiones y posteriormente rotaciones a izquierda y derecha.
Codos. Flexiona y estira ambos brazos por las articulaciones de los codos, en toda su extensión pero con naturalidad y suavidad, lenta y conscientemente.
Tobillos. Llevando levemente el peso a uno de los pies y alzando su talón, realiza lentos, suaves y pequeños giros rotando el tobillo, acompañándole en el movimiento la rodilla y el resto de la pierna. Finaliza realizando el movimiento con el otro pie.
Muñecas. Realiza rotaciones suaves y lentas con la ayuda del leve giro de los codos y hombros.
Puedes finalizar el calentamiento añadiendo un estiramiento suave y dedicado con un movimiento rotatorio de los dedos, en ambos sentidos acrecentando así tanto el sentido de la psicomotrocidad como el de la conciencia sobre la individualidad de cada pequeña parte. Al mismo tiempo puedes además incluir una ligera tensión y distensión de los dedos de los pies.
Recuerda hacer todos y cada uno de estos movimientos de forma suave y relajada, ser conscientes de la distensión de las cuerdas, de la apertura de las perlas de que hablamos anteriormente, alcanzando así un profundo propósito distinto al de un estiramiento convencional.
Precioso! Muy valioso para el cuerpo, mente y alma.