Las 5 manifestaciones de la naturaleza
Los fundamentos clásicos del pensamiento chino se basan en la observación de la Naturaleza y de que ésta se mueve cíclicamente además de en continua y opuesta alternancia: Yin y Yang.
Se establece en esta observación cinco comportamientos fundamentales, o los Cinco Elementos de los que tratamos: Tierra, Metal, Agua, Madera y Fuego.
El QiGong de los Cinco Elementos trabaja este ciclo mediante una secuencia de movimientos estratégicamente beneficiosa para tonificar las principales funciones orgánicas.
Dicha secuencia realiza su apertura con el movimiento denominado Tierra, centro y estabilización de las emociones, por lo que después de cada movimiento que representa al resto de elementos se vuelve a ejecutar, sirviendo así de enlace, de transición y además clausura de la secuencia completa.
Los ejercicios son muy sencillos y armoniosos, con un movimiento lento y circular y deben realizarse de forma ininterrumpida y acompasada a conscientes e internas inhalaciones y exhalaciones.
Recuerda que connotando la inhalación una acción Yang y la exhalación una acción Yin, en esta y otras secuencias de QiGong interno o de carácter meditativo, deberemos sincronizar la inhalación con la manifestación energética que estemos expresando, asociada como es en este caso del Wu Xing, con la expresión del movimiento.
Si los conceptos del Yin y el Yang expresan una dualidad energética como los dos polos de un imán, los Cinco Elementos representan cinco fases distintas de Qi. Esta teoría es la piedra angular de diversas disciplinas chinas como la Medicina Tradicional China, las artes marciales -internas y externas- o el Feng Shui. Para su explicación se recurre a cincos elementos simbólicos de la naturaleza, en concreto: La Tierra, el Metal, el Agua, la Madera y el Fuego, cada uno de ellos representando aquí un movimiento, una transformación distinta de Qi.
Hay que decir que la traducción original de las palabras chinas Wu Xing no es exactamente la de Cinco Elementos, sino más bien hace alusión a cinco fases energéticas. Así, el nombre que adquiere cada elemento es puramente arquetípico y de una alta carga asociativa por aspecto o cualidad energética de cada uno.
Al elemento Tierra, como bien comentábamos lo asociamos con una energía de movimiento circular y por consiguiente con la transición en los cambios del propio ciclo. Es el Centro, el Ahora y su ubicación es tan necesaria como omnipresente.
El elemento Metal está relacionado con el movimiento de energía hacia dentro, asociado a la dirección del Oeste y a la estación otoñal o al anochecer.
El elemento Agua es la energía descendente, hacia el Norte y se encuentra representado en el invierno, justo en la medianoche.
La Madera se encuentra relacionada con el movimiento de la energía hacia fuera, como la que nos encontramos en la primavera, al amanecer y al Este.
El elemento Fuego se le relaciona con la energía en ascensión, con la luminosidad. En su dirección lo asociaremos al Sur, -recordemos que en la tradición china la Rosa de los Vientoses inversa a la que conocemos en occidente-, al verano si nos encontramos en el ciclo estacional y al mediodía si de un ciclo diario se tratase.
Estas son tan solo unas asociaciones fundamentales según la ubicación en el espacio-tiempo, la dirección y los ciclos reconocidos en la Naturaleza.
En los Cinco Elementos intervienen una extensa gama rica de aspectos que va más allá de la definición del concepto asociado a su nombre. Por ejemplo, así como el fuego se relaciona con el verano, se asocia también al corazón, a los colores intensos, a ciertas emociones como el estrés, la impaciencia e incluso la pasión o la alegría en exceso. Para la tradición china, todo lo que existe tiene una asociación directa con unos de los Elementos, así como una actitud Yin o Yang.
Cabe comentar aquí que con la base de estos fundamentos, en el QiGong o TaiJi podríamos recrear fusiones entre diferentes secuencias, intercalando movimientos de diferentes “Juegos” o secuencias, siempre y que la relación sea correspondiente, previamente analizada y con sentido común.
Por ejemplo: El movimiento que realizamos con el elemento Tierra irá estrechamente relacionado con el ejercicio de Wu Qin Xi perteneciente al Oso, o bien con el tercer movimiento del Ba Duan Jin, “Separar Cielo y Tierra”. Todos ellos, trabajan el meridiano del estómago-bazo-páncreas y procuran un trabajo de aspectos emocionales y energéticos similares.
De aquí deriva un curioso aspecto a destacar y es que aunque podríamos realizar la fusión de varios movimientos consecutivos afín de crear una nueva secuencia que multiplicase el beneficio de una función orgánica o emoción, no deberemos olvidar nunca al resto, que por empatía deberán ser reconocidos y de esta forma es altamente recomendable que antes y después realicemos por lo menos, una de las secuencias completas para buscar el equilibrio, objetivo de todas las secuencias del QiGong terapéutico.
El cíclo cosmológico de los 5 elementos
El QiGong de los Cinco Elementos posee una alta carga interna por su marcado carácter místico y ritualístico, trabaja un Ciclo Cosmológico en el orden denominado productivo y en el que para tonificar las cinco funciones orgánicas internas entre otros aspectos, considera el elemento Tierra como centro de la circulación de Qi y supone el estado de transición entre el resto de los elementos, procurando la alquimia con el resto de elementos.
El Qi circula de un elemento a otro siempre a través del elemento Tierra, por lo tanto la Tierra actúa como una fase de transición en la que alimenta y refuerza la energía en su trayecto al siguiente elemento del Ciclo.
Práctica de Wu Xing
1. Tierra
En posición Wu Ji, el cuerpo se mantiene erguido pero relajado aplicando las bases posturales que recordaremos, como el mentón retraído, los hombros bajos y relajados, ligera apertura axilar, retroversión pélvica y articulaciones ligeramente flexionadas, sin tensión. Mantendremos unos instantes la atención en la respiración abdominal para que la mente se relaje y colocaremos la punta de la lengua en el cielo del paladar, cerrando así el circuito microcósmico.
Siempre que realicemos esta posición, en la que estimulamos los meridianos estómago-bazo-páncreas, de la misma forma que con el movimiento del Oso en el Wu Qin Xi. Mantendremos así una actitud meditativa y de reflexión sobre el equilibrio de nuestras emociones, apartando de nosotros cualquier tipo de debilidad.
Pautas para realizar el ejercicio:
a. Inhalando, elevar los brazos de forma suave pero firme hacia el alto y ancho de los hombros, manteniendo las palmas de las manos enfocadas al suelo.
b. Al exhalar, flexiona con suavidad las rodillas, alineándose con los pies mientras descienden los brazos lentamente. Las manos quedarán situadas a la altura del abdomen formando un círculo alrededor, las palmas de las manos se dirigen hacia el abdomen y las muñecas relajadas. A partir de aquí mantén tu respiración calmada y a un ritmo natural y sosegado
2. Metal
Desde la posición anterior Tierra, elevaremos los brazos nuevamente hasta llegar a la altura de los pulmones, delante del esternón. Allí colocaremos las palmas de las manos encaradas una a la otra, en posición de orar pero sin llegar a tocarse y con los dedos ligeramente separados y curvos, con las yemas apuntando hacia arriba. La atención mental se focaliza en los puntos Lao Gong de las manos, tomando conciencia de la acumulación de la energía.
Este movimiento está asociado al estímulo de los meridianos del pulmón y el intestino grueso, como ocurría con la Grulla y nuestra meditación atenderá a la justicia y equilibrio de nuestras emociones, alejando la soberbia y sobre todo, el apego.
Pautas para realizar el ejercicio:
a. Mientras las manos se acercan delante de nuestro DanTian medio inhalamos con lentitud, percibiendo como la energía entre ellas se concentra.
b. Al separar lentamente las manos para reiniciar el movimiento, exhalamos lentamente.
3. Agua
El movimiento reproduce el descenso de la energía y la intención se ayuda del movimiento de todo el cuerpo que también desciende.
Como elemento asociado al Tigre del Wu Qin Xi, también reconoceremos en él el trabajo de los meridianos del riñón y la vejiga. Nuestra reflexión aumentará la voluntad, difuminando todo atisbo de miedo y tristeza.
Pautas para realizar el ejercicio:
a. El movimiento es inicialmente similar al de Tierra, a diferencia que a partir de la ubicación de las manos a la altura del abdomen realizaremos una inhalación lenta mientras flexionamos las piernas para descender el tronco que se mantiene erguido, a las profundidades y manifestando en nuestro movimiento la energía del Elemento Agua.
b. Estiraremos lentamente las piernas para ascender, relajados y exhalando suavemente.
4. Madera
El elemento Madera tiene un movimiento de expansión y crecimiento, como ocurre con la primavera, el amanecer y el animal asociado, el intuitivo Ciervo del Wu Qin Xi.
El trabajo meditativo y la energía ascendente que recreamos con el círculo de los brazos, favorecerá a los meridianos del hígado y la vesícula biliar, apartando de nosotros la ira y la aversión.
Pautas para realizar el ejercicio:
a. Desde la posición de Tierra anterior, giraremos las manos hacia arriba manteniéndose relajadas a la altura de nuestro DanTian principal.
b. Imaginando que sostenemos una esfera, rodearemos su perímetro subiendo lentamente hasta ascender las manos a la altura de nuestro mentón y al tiempo que inhalamos. De esta forma, ahora las palmas de las manos y los codos enfocan hacia abajo y los hombros permanecen relajados. Exhalando lentamente, retrocedemos las palmas del mismo modo en que las subimos, quedando de nuevo a la altura del DanTian y mirando hacia arriba.
5. Fuego
El movimiento del elemento Fuego es intenso en su interior, caliente, de la misma viva forma que el Mono estimula y reactiva los meridianos de nuestro corazón e intestino delgado. Así nuestro intelecto se verá favorecido, como nuestra alegría, por eso deberemos reflexionar sobre ella para considerar sobre su exceso, pues sería fatídico.
a. Desde la posición Tierra giraremos sutilmente la cintura hacia la diagonal izquierda, elevando las manos hasta llevarlas a la altura del corazón, en el costado izquierdo y a modo de sujetar una pequeña Esfera Dorada ante él. Esta aumentará y disminuirá su tamaño a medida que realicemos hasta tres inspiraciones al ascender la Esfera. La atención se focaliza en los puntos Lao Gong y la mente percibe una energía ascendente.
b. Finalizadas tres inhalaciones cambiaremos la diagonal rotando sutilmente la cintura y repetiremos el ejercicio en el lado contrario.
Otros videos para la práctica
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