¿Qué son los chakras?
Creo que no podemos considerar que conocemos la verdadera complejidad de nuestro cuerpo hasta que conocemos su contraparte sutil.
Nuestra aura o campo energético es tan real e importante como nuestro cuerpo físico, y con los años de estudio y experiencia he encontrado que nuestra complejidad como seres energéticos y evolutivos es tan profunda, que nunca podemos terminar de aprender todas nuestras funciones sutiles.
El Reiki como sistema es sencillo e intuitivo, por lo que no entraremos en complejas explicaciones ni diagramas, pero sí debemos conocer el funcionamiento de nuestros chakras o centros energéticos principales, ya que administran los procesos actitudinales y evolutivos más importantes para recuperar la salud y el equilibrio.
Entender cómo funcionas a nivel energético te ayudará a conocerte más profundamente que nunca, con una mirada absolutamente renovada.
Si ya conoces acerca de los chakras principales y sus funciones, te recomiendo que enfoques tus estudios en aprender profundamente las implicancias actitudinales y evolutivas de cada chakra (es decir, con qué procesos personales está relacionado cada uno).
Tu comprensión de su funcionamiento debe ser tal, que al momento de trabajar con ellos puedas realizar un mapa mental de cómo estás administrando su energía, en base a cómo funcionan tus centros energéticos.
Ésta será la mejor manera de ganar precisión y efectividad en tu trabajo con Reiki.
Si es la primera vez que te enfrentas con estos conceptos, no te preocupes. Aprende poco a poco, y comienza a utilizarlos para analizar tu propio sistema.
El aura o campo energético
El aura es una estructura muy compleja que administra absolutamente todo lo que sucede en nuestro universo personal.
Representadas en nuestra aura, antes de sentirlas o que se manifiesten en el plano físico, se encuentran todas las energías que manejamos a diario, las que heredamos de nuestros familiares, las que acarreamos de vidas pasadas, la intención de nuestros proyectos aún no manifestados y la conexión con el campo cuántico de todas las posibilidades para nuestra realidad. ¿Abrumador, no?
El aura consta de 7 capas o niveles principales, pero a fines de esta clase, la trataremos como a un todo: el campo energético humano.
Nuestro campo energético se extiende desde el centro de nuestro cuerpo interior hasta aproximadamente 1 metro a nuestro alrededor, en todas direcciones.
Su capa exterior es como un huevo energético que nos envuelve y nos protege, pero es lo suficientemente permeable para permitirse interactuar con otros campos energéticos a su alrededor (¡de otra manera no podríamos acercarnos a nadie!).
También puede comprimirse, expandirse y variar su forma acorde a nuestro estado y necesidad, por lo que es maleable y dinámico.
La energía de nuestro campo está en constante interacción con la de otros campos energéticos, y no interactuamos con la energía de una persona sólo cuando realizamos Reiki, sino que lo hacemos todo el tiempo.
Como la energía no tiene las mismas limitaciones que nuestro cuerpo físico, podemos estar interactuando energéticamente con personas que ni siquiera están presentes físicamente en un momento determinado.
Es decir, que cualquier interacción física con otra persona implicará una interacción de la energía, pero no será la única instancia.
Cuando levantas el teléfono para hablar con una persona, estás interactuando con su energía, pero también cuando piensas en ella, hablas de ella, o sostienes una intención determinada hacia ella.
Cuando interactúas con objetos de otras personas, estás interactuando con su energía, ya que también impregnamos con nuestra energía todo lo que tocamos o usamos a diario.
Cuando ingresas en el territorio de otra persona (casa, negocio, etc.), o que ha pertenecido a otra persona, estás
interactuando también con su energía.
Dentro del campo energético, hay otras estructuras sutiles que son las encargadas de regular los ciclos de energía que nutren a nuestro campo: los chakras o centros energéticos.
Todo nuestro cuerpo recibe y proyecta energías, por lo que podemos encontrar centros energéticos distribuidos a lo largo de todo nuestro cuerpo, pero los más importantes son los que administran las funciones de nuestros órganos
principales, junto con los de las manos, pies, ojos, orejas, tobillos, rodillas, hombros y dedos.
¿Qué son los chakras?
Un chakra (palabra en sánscrito que significa rueda) es una estructura de nuestro campo áurico que tiene forma de embudo. S
Su extremo más amplio apunta hacia el exterior de nuestro cuerpo, y el más pequeño se conecta con el interior de nuestro cuerpo, utilizando como base de referencia la columna vertebral.
A través de este “embudo”, la energía fluye de manera circular, como un pequeño torbellino, entrando y saliendo de nuestro sistema.
Dependiendo del estado de un chakra, esta energía puede encontrarse activa, hiperactiva, estancada o
insuficiente.
Cuando la energía está activa se dice que el chakra está “abierto”, y cuando está estancada se dice que está “cerrado”, en referencia a que la energía circule correctamente o no a través del mismo.
Aunque un chakra se encuentre abierto, puede tener diferentes grados de actividad. Puede estar apenas activo o muy activo dependiendo de cuánto energicemos su funcionamiento mediante nuestra conducta y estilo de vida.
No es necesario tener todos los chakras “súper activados” para experimentar un estado de armonía, sino más bien que estén funcionando todos en estado abierto, con un nivel parejo de actividad. Cualquier exceso en la actividad de un chakra irá en detrimento de otro, al cual le restaremos energía.
Es por esto que, para ser individuos equilibrados, debemos prestar atención y cuidar de todos.
En términos generales, si pasamos suavemente la mano sobre el área de un chakra que está abierto, podremos sentir un calor agradable y liviano. Por otra parte, podemos sentir un fuerte calor denso o espeso y/o un cosquilleo en la superficie de las manos (como una electricidad suave), cuando la energía está estancada o el chakra cerrado. Una sensación de vacío o de frío puede percibirse cuando la energía de un chakra es insuficiente.
Estado de los chakras para su percepción:
– Calor radiante: Chakra activo.
– Frío o vacío: Chakra inactivo o desvitalizado.
– Calor denso y cosquilleo: Chakra bloqueado, cerrado o congestionado.
Correspondientemente, en tus sesiones de Auto-Reiki, la energía realizará una actividad mínima cuando el chakra esté funcionando correctamente, ya que éste no necesitará mucho trabajo.
Podrás sentir un fuerte calor y cosquilleo en las manos cuando en el chakra haya un gran cúmulo de energía estancada, y ésta comience a movilizarse.
También podrás sentir un fuerte calor agradable y sin cosquilleo cuando el chakra no posea energía insuficiente, y necesite una vitalización.
Por último, puede ser que sientas un palpable frío en tus manos cuando el chakra esté hiperactivo, y se deba disminuir su grado de actividad.
Repasemos puntualmente en esta tabla las posibles sensaciones en tus manos a medida que trabajas con energía realizando Reiki.
Posibles sensaciones en las manos durante la imposición de manos:
– Chakra “abierto” o activo: Poca o ninguna actividad en las manos.
– Chakra “cerrado”, bloqueado o congestionado: Calor fuerte con posible
cosquilleo o electricidad.
– Chakra inactivo: Fuerte calor radiante en las palmas de las manos.
– Chakra hiperactivo: Frío palpable en las palmas de las manos.
A medida que avances en tu práctica de Reiki, también comenzarás a volverte más sensible a la energía, a sentir cómo se mueve esta en el cuerpo, dónde se acumula y dónde escasea. Estas variantes, combinadas con los conocimientos acerca del funcionamiento de los chakras, te ayudarán a realizar lo que yo llamo un “diagnóstico evolutivo”.
El diagnóstico evolutivo no es otra cosa que poder explicar cómo estás administrando tu energía en base a cómo funcionan tus chakras, y con qué emociones, situaciones y procesos de vida están relacionados los mismos.
De esta manera, podrás tomar consciencia de tu situación y decidir en qué parte de su vida estas dispuesto a realizar las correcciones correspondientes.
Debido a que todo nuestro sistema está interconectado, nuestros chakras se ven afectados por nuestras acciones, decisiones y pensamientos, y su funcionamiento puede verse beneficiado o perjudicado en base a nuestra conducta.
Es por esto que, si bien la terapia de Reiki es de gran ayuda, a menos que corrijamos nuestra conducta, los efectos de las sesiones de Reiki serán meramente temporales.
En la siguiente clase explicaremos y describiremos los 7 chakras principales, que son los que soportan la vida en nuestro cuerpo.
De los 7 chakras principales, 5 poseen una extensión al frente y al dorso de nuestro cuerpo, conectándose en la zona de la columna vertebral, y 2 de ellos tienen una sola extensión, apuntando hacia el exterior de nuestro cuerpo, en su parte inferior y superior
Cada uno de nuestros chakras se relaciona con una glándula, un órgano o grupo de órganos particular, un aspecto de nuestra vida diaria y una característica de nuestra conducta.
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