Con el tiempo de práctica descubrirás que la sensibilización en las manos es una parte del desarrollo natural de tus habilidades de sanación.
La sensibilidad de tus manos, y el desarrollo de tu percepción extrasensorial con cualquiera de los sentidos no es sólo una parte natural del proceso, sino que también es fundamental para profundizar cada vez más en tu sanación a través del reiki.
No te preocupes si todavía no has desarrollado sensibilidad de percepción en ninguno de tus sentidos.
Para muchos de nosotros este tipo de habilidad toma un poco de trabajo en desarrollarse, y todos tenemos uno o varios sentidos que se desarrollan más fácilmente que los demás.
Cada uno de nosotros tiene diferentes fortalezas, y debes aprender a basarte en ellas para poder desarrollar tu práctica única.
Piensa que en este universo nacido de la Gran Consciencia, nada sucede por casualidad, por lo cual tampoco es casualidad que tengas los dones que tienes y no otros.
Aprende a trabajar con las herramientas que tienes, y que son naturales para ti.
De todos modos, el Reiki trabaja inevitablemente con las manos, por lo que en esta clase de regalo te obsequiaré herramientas prácticas que, utilizadas asiduamente, te permitirán desarrollar la percepción extrasensorial de tus manos, para poder no sólo percibir la energía, sino incrementar los resultados de tu práctica de Reiki.
Cómo practicar estos ejercicios
Ten en cuenta que, como todo en la vida, tu práctica de Reiki crecerá en la medida en la que le dediques tiempo.
Si quieres desarrollar tu percepción más rápidamente, deberás hacer estos ejercicios asiduamente.
Los resultados suelen ser muy buenos para quienes practican estos ejercicios adecuadamente y con regularidad, pero cada persona tiene una disponibilidad de tiempo diferente, por lo que tal vez no tengas tanto tiempo para dedicar a tu práctica.
No te desanimes si sientes que progresas muy poco con estos ejercicios.
Continúa practicando y, si descubres que esta herramienta no es para ti, más adelante seguramente encontrarás otra que se adaptará mejor a tus necesidades.
Aún así, he utilizado estas herramientas durante años de formación a cientos de alumnos, tanto presencialmente como a la distancia, y los resultados son ciertamente notables para la mayoría de las personas que los aplican en su práctica diaria.
1- Ejercicio para activar la energía del campo
Esta sencilla meditación práctica te ayudará a tomar consciencia de la energía de tu campo, lo que automáticamente activa y eleva tus frecuencias.
Realizar esta práctica asiduamente no sólo te ayudará a mejorar tu sensibilidad a la energía con el tiempo, sino que realizará una fuerte elevación de las frecuencias de tu campo y te ayudará a generar una mayor conexión con tu cuerpo interior.
Durante este ejercicio, concentrarás la atención en el cuerpo interior en lugar de en el cuerpo exterior.
Tu cuerpo interior no quiere decir necesariamente tus órganos y tejidos, sino más bien las estructuras energéticas aurales internas, tus canales energéticos, chakras y meridianos de acupuntura.
Todo el tiempo hay interesantes y complejos procesos energéticos sucediendo en nuestro cuerpo, y este ejercicio te ayudará a tomar consciencia de ellos, al mismo tiempo que activas tu energía para aplicar Reiki.
– Toma asiento en una postura cómoda pero con la espalda erguida. Los pies
estarán firmemente apoyados en el suelo y las palmas de las manos
descansarán sobre las piernas.
– Cierra los ojos y lleva la atención hacia el interior de tu cuerpo.
– Comienza conectando con tu respiración
– Elige una zona de tu cuerpo en la que seas naturalmente sensible, tengas más sensibilidad o a la que prestes atención más seguido (pecho, estómago, manos,
pies, cabeza).
– Continúa respirando, con los ojos cerrados, y enfoca fuertemente tu atención en esa zona de tu cuerpo, hasta que comiences a sentir más palpablemente las diferentes sensaciones de lo que ocurre allí. Pueden ser movimientos viscerales internos u otros movimientos mucho más sutiles, como cosquilleos o pequeños vaivenes (que son energéticos).
– Al poco tiempo podrás comenzar a sentir una energía vibrante que puede parecer la sangre corriendo a través de las venas, como un cosquilleo. Esa sensación vibrante es la percepción sutil de tu campo energético.
– A medida que logras percibir el campo de la zona corporal elegida claramente, puedes comenzar poco a poco a incorporar las zonas adyacentes del cuerpo, hasta sentirlo por completo en este estado (por ejemplo, si
comenzaste por las manos, extender tu atención a los antebrazos, brazos, hombros, y así hasta abarcar tu cuerpo por completo).
Luego de practicar lo suficiente con este ejercicio, puedes comenzar a aplicarlo a medida que realizas otras tareas.
Puedes generar consciencia de tu campo mientras trabajas, te das un baño, lavas los platos, o mantienes conversaciones o interacciones con otras personas.
De esta manera, aunque estés interactuando con el mundo exterior, lograrás un mayor y más estable contacto con tu ser interno y tu campo energético.
Tu actividad mental disminuirá notablemente y ampliarás el anclaje en tu centro de poder original.
Al principio es posible que no puedas mantener la atención por más de unos segundos, pero eso basta.
Con suficiente práctica los períodos de atención serán más largos, y los intervalos entre prácticas más cortos.
Eventualmente podrás percibir tu campo interno de manera casi constante.
Cuando actuamos desde nuestro ser interno, nuestras respuestas se tornan cada vez más intuitivas y menos cargadas de los prejuicios de la mente.
Además de incrementar la claridad para observar los procesos propios y de las personas que nos rodean, somos capaces de brindar una asistencia más efectiva que cuando intentamos imponer nuestros juicios o limitaciones intelectuales a las diferentes situaciones y seres en nuestra vida.
2- La respiración y la energía
La respiración es fundamental para infundir vida en nuestro cuerpo.
El aire, cargado de oxígeno para nuestras células y de energía, Prana o Ki para nuestro campo energético, eleva nuestras vibraciones, movilizando energía y vitalizando con cada bocanada.
Al mismo tiempo, realizado correctamente, el ciclo de respiración está diseñado para activar los canales o Nadhis principales por los que circulan la energía pasiva-agresiva en nuestro cuerpo, y para activar nuestros centros de la percepción.
Conociendo todos estos conceptos, no es de extrañarse que mantener una respiración adecuada sea tan importante para la práctica del Reiki y para nuestra vida en general.
Con este ejercicio nos adentraremos en el paso a paso de utilizar tu respiración y tu intención para realizar terapia de Reiki.
Puedes practicar este ejercicio previamente a tus sesiones de auto Reiki para activar la energía antes de comenzar el trabajo.
– Puedes realizar este ejercicio de pie, en postura sentada o acostada, pero recuerda que es un ejercicio de concentración y no de relajación.
– Lleva la atención hacia el interior de tu cuerpo, a los latidos de tu corazón y al ritmo de tu respiración.
– Enfoca tu atención en la respiración, y comienza a profundizar cada inhalación y exhalación, llevando un ritmo profundo pero relajado.
– Utiliza la capacidad de tu diafragma para profundizar aún más la respiración, expandiendo el abdomen al inhalar, y hundiendo el abdomen desde el ombligo al exhalar.
– Una vez que has logrado estabilizar el ciclo respiratorio profundo, y has logrado enfocarte en el aire que entra y sale de tu cuerpo con cada respiración, comienza aplicando tu intención al recorrido.
– Cuando inhalas, concentra tu atención en la coronilla, y siente como la energía ingresa desde la parte superior de tu cabeza, pasando a través de tu chakra corazón y energizando todo tu cuerpo (se siente como una leve presión proveniente desde arriba, que recorre la superficie corporal).
– Cuando exhalas, concéntrate en tu cuerpo, sintiendo cómo esa energía va desde tu pecho hacia las palmas de tus manos, a través de la superficie de tus
brazos.
– Cuando tengas suficiente práctica sintiendo el recorrido de la energía, y llevándola hacia las palmas de las manos, concentra tu atención, con cada exhalación, exclusivamente en las palmas de tus manos, y percibe cómo éstas
se activan mediante un fuerte calor o cosquilleo.
– Permanece con los ojos cerrados, llevando energía hacia tus manos y concentrando tu atención en ellas durante 5 minutos o 2 campanillas de música para Reiki, y descansa.
3- La atención y la energía
La respiración es fuertemente activadora porque está cargada de nueva energía proveniente de la Tierra o del Universo, pero sin nuestra atención e intención no podríamos utilizar esa energía para la manifestación consciente.
Donde llevamos la atención o la intención, la energía seguirá inevitablemente.
Es por esta razón que debemos practicar la concentración para nuestro trabajo con Reiki y auto Reiki.
Realizaremos una variación del ejercicio anterior, pero esta vez con los ojos abiertos, como preámbulo de lo que sucederá en nuestras prácticas de Reiki.
– Puedes realizar este ejercicio de pie, o en postura sentada. Encuentra una postura cómoda con la espalda erguida, y los pies apoyados firmemente en el suelo.
– Lleva la atención hacia el interior de tu cuerpo, a los latidos de tu corazón y al ritmo de tu respiración.
– Enfoca tu atención en la respiración, y comienza a profundizar cada inhalación y exhalación, llevando un ritmo profundo pero relajado.
– Utiliza la capacidad de tu diafragma para profundizar la respiración, expandiendo el abdomen al inhalar, y hundiendo el abdomen desde el ombligo al exhalar.
– A medida que inhalas y exhalas, siente la energía recorriendo tu cuerpo, ingresando por la coronilla y filtrándose a través de tu chakra corazón.
– Lleva las manos a unos 30 o 40 centímetros frente a tu rostro, con las palmas apuntando hacia adentro. Las manos están relajadas y los dejos levemente separados.
– Presta toda tu atención a las palmas de tus manos, mientras que con cada exhalación diriges mediante tu intención la energía hacia ellas.
– Continúa en esta instancia durante 5 minutos o 2 campanillas de música para Reiki, y descansa.
– Cuando puedas realizar este ejercicio correctamente, sentirás una fuerte activación, calor y cosquilleo en las palmas de tus manos.
CONCLUSIONES FINALES
Las técnicas que hemos visto en esta clase son prácticas sencillas que cualquiera puede utilizar para incrementar la sensibilidad en las palmas de las manos, elevar la propia consciencia del campo energético y mejorar la efectividad del trabajo con energía.
Ten en cuenta que hay muchos caminos para obtener el mismo resultado. Con el tiempo encontrarás que hay una gran variedad de prácticas, especialmente de meditación, que te ayudarán a adquirir más sensibilidad de la energía.
Por lo pronto, empezar a practicar estas técnicas de dará una experiencia base muy importante para seguir adquiriendo sensibilidad ante la energía, y seguir construyendo tu práctica de sanación con Reiki.
Recuerda utilizar los materiales de audio para acompañarte en tus meditaciones hasta que aprendas a hacer los ejercicios por tu cuenta.
Una vez que los integres, podrás modificarlos para tus necesidades y preferencias.
Espero que estos contenidos representen una herramienta de valor para tu práctica de Reiki, ¡y para el resto de tu vida!
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