¿Y si reconoces tu derecho a equivocarte?
A que las cosas no salgan como esperabas, e incluso a que tus actos en alguna ocasion hagan daño a otras personas.
Somos humanos y como tanto seres imperfectos ¿Pero acaso esa imperfección no forma parte de la magia de la existencia humana?
Te propongo que con esta meditación te perdones y dejes atrás esas ataduras que ya no te pretencen.
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